viernes, 12 de noviembre de 2010

No volveré a ser joven, Jaime Gil de Biedma

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra

1 comentarios:

David dijo...

De Gil dejó dicho Valente que "la triste premeditación de lo ensayado desustanció lo escrito. Hubo fuego en su vida, suponemos, pues fue por él al cabo consumido. Pero en los versos quiso ser elegante y despiadado, sin advertir que a veces navegaba entre el aire ramplón y el soplo cursi". Yo añadiría cierta pedantería, como la alusión oculta del título del poema ("el argumento de la obra") a Hamlet. A pesar de todo me gusta ese poema: es sencillo y redondo