sábado, 26 de diciembre de 2009

Hagamos un trato, Mario Benedetti


















Poema en audio: Hagamos un trato de Mario Benedetti por Mario Benedetti

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ana María Matute

{ Barcelona, 1926 }
Retrato de Ana María Matute

Ana María Matute Ausejo nació en Barcelona el 26 de julio de 1926 en el seno de una familia acomodada. Padre catalán y madre castellana. Su padre poseía una fábrica de paraguas.

Al estallar la guerra civil todo cambia. Es la segunda de 5 hermanos, 2 hombres y 3 mujeres. Se queja de falta de cariño materno, quizás suplido por el afecto de su padre, el cual, tras sus viajes a Berlín o Londres le cuenta a la pequeña Ana María historias fantásticas.

En uno de esos viajes le trae a Gorogó, un muñeco negro que le servirá de personaje en Primeras memorias. Parece así heredar la afición por los viajes y la fantasía de su padre.

A los 4 años está a punto de morir por una infección de riñón y al año siguiente escribe su primer cuento, ilustrado por ella misma. Ya con 8 años vuelve a pasar por otra enfermedad grave por lo que la envían a Mansilla de la Sierra, Logroño, con sus abuelos. Vivió también en Barcelona, Castilla y Mallorca. Se educa en un colegio religioso en Madrid.

Con 10 años escribe una revista ambiciosa, Shibyl, vuelve a encargarse de las ilustraciones. Su primera novela, Pequeño teatro la escribe a los 17. Ignacio Agustí, director de la editorial Destino, le ofrece un contrato de 3.000pts que acepta. Sin embargo, Pequeño teatro no se publicará hasta 8 años despues.

Escribe Luciérnagas en 1949 y queda semifinalista del Premio Nadal, pero la censura le impide publicarla, y en 1955 publica una revisión de esta obra llamada En esta tierra. Pero en 1993 recuperará la versión original y esta será la que publique rechazando la segunda versión.

En 1952 se casa con el escritor Eugenio de Goicoechea, tienen un hijo, Juan Pablo, en 1954. Se separan en 1963. En 1953 publica la novela La pequeña vida que más tarde llamará El tiempo.

Comienza su trilogía Los mercaderes en 1960 con Primera memoria, la continuará con Los soldados lloran de noche y la termina con La trampa.

De 1965 a 1966 va como lectora a Bloomington (Indiana) y en 1968 a Norman (Oklahoma). Es calificada como mejor novelista de la posguerra. Su calidad de escritora está a la vista en sus obras, que además han sido premiadas muchas veces; algunos de sus premios son:

Mención especial en el Premio Nadal 1947 con Los Abel, Premio Café Gijón 1952 con Fiesta al Noroeste, Premio Planeta 1954 con Pequeño Teatro, Premio de la Crítica 1958 Los hijos muertos, Premio Nacional de Literatura 1959 con Los hijos muertos, Premio Nadal 1959 con Primera Memoria, Premio Fastenrath de la Real Academia Española 1962 con Los soldados lloran de noche, Premio Lazarillo de literatura infantil 1965 por El polizón de Ulises, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 1984 con Sólo un pie descalzo.

Estuvo nominada para el premio Nobel de literatura y en 1976, según la academia sueca, su candidatura era la que más pesaba junto a la de Aleixandre. Fue finalista del premio Andersen y no ganó porque las obras llegaron al jurado sólo en castellano, aun a pesar de que estaban traducidas.

En Junio de 1977 viajó a Bulgaria con Escritores por la paz. Ingresa en la Real Academia Española de la Lengua en 1996 y el 18 de enero de 1998 lee su discurso y ocupa el asiento K anteriormente ocupado por Carmen Conde, siendo así la tercera mujer en ingresar en 300 años. Es miembro honorario de la Hispanic Society of America y de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese. Hay un premio literario que lleva su nombre.

La universidad de Boston tiene en su biblioteca un fondo llamado Ana María Matute Collection. Sus libros han sido traducidos a 23 idiomas.


Fuente: www.escritoras.com

Obras

  1. Los abel. Barcelona: Destino, 1948. Novela.
    Semifinalista del IV Premio Nadal 1947
  2. La pequeña vida. Madrid: Tecnos, 1953. Relato.
  3. Fiesta al Noroeste. Madrid: Afrodisio Aguado, 1953. Novela.
    Ganadora del Premio Café Gijón 1952
  4. Pequeño teatro. Barcelona: Planeta, 1954. Novela.
    Ganadora del III Premio Planeta 1954
  5. En esta tierra. Barcelona: Éxito, 1955. Novela.nota
  6. Los niños tontos. Madrid: Arión, 1956. Cuentos.
  7. El país de la pizarra. Barcelona: Molino, 1957. Cuento.
  8. El tiempo. Barcelona: Mateu, 1957. Cuentos.
  9. Los hijos muertos. Barcelona: Planeta, 1958. Novela.
    Ganadora del Premio de la Crítica 1959
    Ganadora del Premio Nacional de Literatura 1959
  10. Paulina, el mundo y las estrellas. Barcelona: Garbo, 1960. Cuentos.
  11. El saltamontes verde y El aprendiz. Barcelona: Lumen S.A., 1960. Cuentos.
  12. Primera memoria. Barcelona: Destino, 1960. Novela.nota
    Ganadora del XVI Premio Nadal 1959
  13. A la mitad del camino. Barcelona: Rocas, 1961. Cuentos.
  14. Libro de juegos para los niños de los otros. Barcelona: Lumen S.A., 1961. Cuentos.
  15. Historias de la Artámila. Barcelona: Destino, 1961. Cuentos.
  16. El arrepentido. Barcelona: Rocas, 1961. Cuentos.
  17. Tres y un sueño. Barcelona: Destino, 1961. Cuentos.
  18. Caballito loco y Carnavalito. Barcelona: Lumen S.A., 1962. Cuentos.
  19. El río. Barcelona: Argos, 1963. Cuentos.
  20. Algunos muchachos. Barcelona: Destino, 1964. Novela.
  21. Los soldados lloran de noche. Barcelona: Destino, 1964. Novela.nota
    Ganadora del Premio Fastenrath 1962
  22. El polizón del "Ulises". Barcelona: Lumen S.A., 1965. Cuentos.
    Ganadora del Premio Lazarillo 1965
  23. La trampa. Barcelona: Destino, 1969. Novela.nota
  24. La torre vigía. Barcelona: Lumen S.A., 1971. Novela.
  25. El aprendiz. Barcelona: Lumen S.A., 1972. Cuentos.
  26. Sólo un pie descalzo. Barcelona: Lumen S.A., 1983. Cuento.
    Ganadora del Premio Nacional de Literatura 1984
  27. La virgen de Antioquía y otros relatos. Madrid: Mondadori, 1990. Cuentos.
  28. De ninguna parte. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Españoles, 1993. Cuento.
  29. Luciérnagas. Barcelona: Destino, 1993. Novela.nota
    Semifinalista del VI Premio Nadal 1949
  30. La oveja negra. Barcelona: Destino, 1994
  31. El verdadero final de la bella durmiente. Barcelona: Lumen S.A., 1995. Cuento.
  32. El árbol de oro y otros relatos. Madrid: Bruño, 1995
  33. Olvidado rey Gudú. Madrid: Espasa Calpé, 1996. Novela.
  34. Casa de juegos prohibidos, 1996
  35. Cuaderno para cuentas. Cuento. En: Madres e hijas. Freixas, Laura (ed.) . Barcelona: Anagrama, 1996. Cuentos.
  36. Los de la tienda; El maestro. Barcelona: Plaza y Janés, 1998
  37. Aranmanoth. Madrid: Espasa Calpé, 2000. Novela.
  38. Todos mis cuentos. Barcelona: Lumen S.A., 2000

sábado, 21 de noviembre de 2009

Para qué sirve leer

Leer ficciones sirve para dilatarse, para ensancharse, para darnos experiencias que jamás tendremos, para ampliar nuestra vida y para hacernos creer que esa existencia efímera que es la nuestra se prolonga vicariamente y a cada instante en otros individuos y en otras situaciones. Leer sirve para frenar la muerte y para contener el miedo, esas insidiosas amenazas que están siempre presentes. Quien ha leído, quien ha frecuentado novelas y vidas, narraciones y avatares de otros, ha conseguido burlar esa existencia breve que el azar le da, porque un minuto de su vida es varios y distantes, multiplicados y distintos. Ha dialogado con muertos y con vivos, con seres reales y con caracteres imaginados, ha conversado con contemporáneos y con antepasados, sin que barreras temporales ni espaciales le detengan....

Para saber más pincha aquí

domingo, 15 de noviembre de 2009

Corazón Delator de Edgar Allan Poe. Animación de 1953 (subtitulado)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Muere Francisco Ayala, gran testigo de la literatura española del siglo XX


"Soy un cómico que lleva años esperando a que se baje el telón, pero no termina de bajarse". Con estas palabras, pronunciadas en 2007, Francisco Ayala se refería a su longevidad, que se había convertido, por derecho propio, en todo un capítulo de la historia de la literatura española del siglo XX. Ese metafórico telón del que hablaba el escritor granadino, ha bajado esta misma mañana en Madrid pasadas las 12. El escritor, cuyos restos mortales serán trasladados a las 19.30 al tanatorio de San Isidro, sufrió esta primavera una bronquitis de la que ya no se recuperó. "De cabeza seguía lúcido, como siempre, pero el cuerpo ya no resistió", ha declarado a este periódico el poeta Luis García Montero, comisario de los actos del centenario de Francisco Ayala, un acontecimiento al que el propio autor, sobreponiéndose a su "innata timidez" asistió con humor y resignación: "Estoy cansado de mi nombre", llegó a decir recordando a Juan Ramón Jiménez.

Ayala había cumplido 103 años el pasado 16 de marzo. Era el último superviviente de la generación del 27 y, además de ser miembro de la Real Academia Española desde 1984, tenía los premios más importantes de las letras españolas: del Cervantes (en 1991) al Príncipe de Asturias (tres años antes).

Todos los honores le llegaron cuando volvió a España definitivamente en 1980. Entonces la miel del reconocimiento sustituyó a la hiel de un largo exilio que, con la Guerra Civil, le obligó a abandonar su cátedra de Sociología en la Universidad Complutense para dar con sus huesos en Argentina, Puerto Rico y Estados Unidos.

Ayala habló del telón que no terminaba de bajarse el día que se presentaba el primer tomo de sus obras completas en Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. "He escrito demasiado porque he vivido demasiado y además lo he hecho intensamente", dijo también aquel día. Seis tomos de más de 1.500 páginas cada uno reunirán cuando terminen de publicarse una obra oceánica en la que tienen una especial relevancia la narrativa y el ensayo.

Títulos como La cabeza del cordero, Muertes de perro, El jardín de las delicias o La invención el Quijote ocupan ya un lugar de honor en la historia de la literatura. Un lugar en el que sus memorias, Recuerdos y olvidos, tienen su propio espacio dentro del género autobiográfico.


Fuente: www.elpais.com

sábado, 24 de octubre de 2009

Bubok: el servicio para publicar libros en papel sin que te cueste nada


Por Isabel Blas. Escritores, profesores, estudiantes, empresarios, es decir, todas aquellas personas que escriben y que desean ver publicados sus manuscritos, pueden encontrar en la Bubok una forma sencilla (y magnífica) de satisfacer sus deseos. Su página de inicio contiene un vídeo con el que se puede hacer una visita virtual que muestra los pasos a seguir para publicar cualquier libro.







La publicación, sin coste alguno para el autor o la autora se pone a la venta a través de la web (bien por edición impresa, bien por descarga) y en cualquier cantidad, sin cantidades mínimas, a partir de un solo ejemplar. La editorial se encarga de los envíos a los peticionarios, de los cobros de dichas ventas y de abonar a los autores el dinero generado por las mismas: un ochenta por ciento del «beneficio» que el propio autor haya decidido para su obra a partir del precio de coste por ejemplar que calcula el sistema según el formato, número de páginas, etcétera. Asimismo, la editorial crea una página de autor («pack de autopublicación») totalmente gratis.

Existen, además, otros packs: gestión integral, profesional, best seller… que se pueden contratar para conseguir que la obra sea un éxito, dado que incluyen servicio de corrección, diseño de portada, maquetación, servicio de código de barras, banner promocional, mailing, etcétera.


No podía faltar, naturalmente, el Feed RSS blog de Bubok, ni que la web mantuviera un foro donde los autores comentan sus obras, discuten cuestiones con ellas relacionadas o requieren respuestas a las dudas que puedan presentárseles. La sección de ayuda es muy completa y por otro lado la página de inicio muestra las portadas de los últimos libros publicados, de los más vendidos, y de los destacados.

En estos momentos está en marcha el 2º Premio de Creación Literaria Bubok, después de que el primero tuviera un enorme éxito de presentación de obras.


Fuente : http://www.microsiervos.com/archivo/internet/bubok-servicio-publicar-libros-papel-gratis.html

miércoles, 21 de octubre de 2009

Exposición : Washington Irving y la Alhambra, 150 aniversario


El autor de Cuentos de la Alhambra es el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859). Adscrito a la corriente del romanticismo destaca en este libro la confluencia de su interés por España y sus tradiciones (algunos le consideran el primer hispanista extranjero) y la influencia del orientalismo.

Tuvo el privilegio de vivir en la Alhambra mientras escribía el libro Cuentos de la Alhambra. Después de recoger todas las leyendas de los habitantes de la Alhambra, y tras investigar en los archivos de la Biblioteca universitaria granadina, desarrolló un género de novela fantástica de imprescindible lectura.

La muestra, abierta al público desde el 2 de octubre de 2009 hasta el 28 de febrero de 2010, se celebra en la Capilla y Cripta del Palacio de Carlos V de La Alhambra. Incluye un total de 189 piezas entre cuadernos, retratos, enseres personales, grabados y primeras ediciones de algunas obras, que acercan al visitante a la figura del escritor norteamericano y a su visión de la Alhambra y de la Granada decimonónica.

Con motivo de la conmemoración del 150 aniversario de la muerte del escritor, la exposición rinde homenaje “al hombre que supo soñar la Alhambra y contarle ese sueño al mundo”, en palabras de la consejera de Cultura, Rosa Torres.

La muestra se articula en torno a cuatro grandes ámbitos: El retrato del artista; El viaje a España; Granada; y la Alambra: el palacio encantado, secciones desde la que se recrean el viaje romántico del norteamericano y las experiencias que su itinerario por el país le proporcionó.


jueves, 16 de abril de 2009

BASES DEL CERTAMEN LITERARIO

1. Podrán participar todos los alumnos matriculados en el IES Huerta Alta durante el presente curso escolar 08/09.

2. Se establecen dos modalidades: poesía y cuento.

3. Los cuentos o poemas deben hacer referencia al mundo de la astronomía.

4. La extensión será:

a. Poesía: entre 14 y 100 versos.
b. Cuento: entre 2 y 5 páginas.

5. Los trabajos se presentarán con título y seudónimo, junto a un sobre cerrado, donde figuren los datos del autor: nombre y curso,

6. Los trabajos se entregarán a cualquier profesor/a de Lengua Castellana y Literatura, hasta el día 22 de abril.

7. Los premios serán dos, uno de 30 euros en material escolar para la modalidad de poesía y otro de 30 euros para la modalidad de cuento.

8. El jurado estará compuesto por los miembros del Departamento de Lengua Castellana y Literatura.

9. La participación en el concurso supone la aceptación de todas sus bases.

El eclipse, un cuento de Augusto Monterroso


Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

Walt Whitman y el docto astrónomo

CUANDO ESCUCHÉ AL DOCTO ASTRÓNOMO

Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas
las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.

Bicentenario del nacimiento de Mariano José de Larra

Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid, 24 de marzo de 1809Ibídem, 13 de febrero de 1837) fue un escritor y periodista español y uno de los más importantes exponentes del romanticismo español.

Es considerado, junto a Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro, la más alta cota del romanticismo literario español. Periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista, publica en prensa más de doscientos artículos a lo largo de tan sólo ocho años. Impulsa así el desarrollo del género ensayístico. Escribe bajo los seudónimos Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador. De acuerdo con Iris M. Zavala, Larra representa el «romanticismo democrático en acción». Lejos de la complacencia en las efusiones del sentimiento, Fígaro sitúa España en el centro de su obra crítica y satírica. Su obra ha de entenderse en el contexto de las Cortes recién nacidas tras la década ominosa (1823–1833), y de la primera guerra carlista (1833–1840).

Tras el temprano suicidio de Larra a los 27 años de edad, José Zorrilla lee en su entierro una elegía con la que se da a conocer.

En 1908 algunos de los representantes de la generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y con su preocupación por España.

Fuente: wikipedia

Un poema sobre astronomía

El cántico de los cánticos

En el principio ...
El Big Bang.
Remontémonos al primer origen, la chispa
de donde todo viene:
no existía materia ni movimiento ni espacio ni tiempo.
Y la Gran Explosión.
Un comienzo definido en el tiempo
y un comienzo definido del tiempo
y el espacio nació curvo como un huevo.
Primero un universo muy pequeño. Imaginemos
mil millones de toneladas en el tamaño de una aceituna.
Después, la primeras reacciones nucleares:
unos neutrones y protones por pares
procreando núcleos de deuterio.
Cuando el universo tendría un millón de años
aparecieron los átomos (núcleo con electrón).
Un electrón girando alrededor de un núcleo.
Cuando el universo se llenó de átomos
se volvió transparente y la luz ya pudo pasar
de un extremo al otro del universo.
Ni galaxias ni estrellas ni planetas existían todavía.
El principio
fue que el amor se convirtió en energía.

En el principio
el cosmos estaba sin forma y vacío
y el Espíritu de Dios empollaba sobre la radiación.
el universo era todavía radiación y no materia.
y empezó el tiempo.
Materia y antimateria
brotaron de la pura radiación,
de la pura energía.
Tal vez fueron millones de años
Que todo estuvo en tinieblas.
Primero sólo existía lo simple...

Ernesto Cardenal, Cántico cósmico, 1992

miércoles, 1 de abril de 2009

Bicentenario de Nikolái Gógol


Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Nikolái Gógol (1809-1852), considerado padre del realismo moderno ruso. Dos países celebran hoy con festejos la figura del escritor y se disputan su legado: Rusia y Ucrania.
Gógol nació en Soróchintsi, en la región de Poltava, actual Ucrania, pero en 1828 se trasladó a San Petersburgo, donde comenzó su carrera literaria de la mano de Pushkin. Fue con la publicación en 1836 de la comedia ‘El inspector’, de un marcado tono satírico, cuando Gógol comenzó a ser conocido como escritor. Debido a la controversia generada por dicha obra, Gógol empiró a Roma, y pasó sus siguientes cinco años entre Italia y Alemania. Durante esa época se gestó la primera parte de su novela cumbre, Almas muertas, que se publicó en 1842. En los años siguientes su fe cristiana ortodoxa se radicalizó y tras el regreso de una peregrinación a Jerusalén, decidió abandonar la literatura y concentrarse en la religión. Días antes de su muerte en Moscú, quemó lo que había escrito de la segunda parte de ‘Almas muertas’. Sólo algunos fragmentos se escaparon de la quema y lograron hacerse públicos.
La presentación en Kiev (Ucrania) de las obras completas de Gógol en ruso y en ucraniano ha reavivado la disputa por el monopolio del escritor, en especial a raíz de la traducción de la novela Taras Bulba. La acción está ambientada en el siglo XVI en tierras ucranianas, actualmente rusas, que estaban parcialmente ocupadas por polacos. Para muchos críticos y políticos rusos, la traducción al ucraniano elimina alusiones como “Rusia” y “patria rusa” y las sutituye por “nuestra tierra”, “la tierra de los cosacos” o “Ucrania”, en un intento de adaptar la obra a la situación política presente.
El malestar incluso se reflejó el pasado viernes en la Duma Estatal, donde llegó a hablarse de “actividades subversivas” contra Gógol. Finalmente, la Duma adoptó una disposición por la que se remarca el carácter ruso del autor. El propio ministro del Interior de Ucrania, Yuri Lutsenko, admitió que considera a Gógol un gran escritor, “pero no un gran ucraniano”, puesto que sus textos reflejan una imagen romántica de Ucrania.
Para Miroslav Popóvich, director del Instituto de Filosofía de Kiev, el debate sobre la identidad rusa o ucrania de Gógol es una superficialidad con la que se persigue transferir asuntos políticos al terreno literario:
Gógol es uno de los fundadores de la literatura rusa, posiblemente uno de los más grandes escritores en ruso, pero conserva las raíces nacionales ucranias y contempla San Petersburgo con ojos de un hombre meridional. Al traducir ‘Tarás Bulba’ se pierde el aroma de la estepa, el aroma ucranio, que existe en el original ruso.[...] En Ucrania tenemos nuestros necios radicales y en Rusia también, y ambos son desagradables.
El acto central de los festejos en Rusia tuvo lugar en el cementerio de personajes ilustres de Novodevichy (Moscú), donde se ofreció una misa ortodoxa y diversos representantes del gobierno y de la cultura depositaron flores en la tumba. El presidente del Senado, Serguéi Mirónov, destacó la apertura esta semana de un museo dedicado al escritor, de la exposición en el Museo Histórico y de los distintos actos que se celebrarán durante estos días, como lecturas públicas y adaptaciones teatrales de sus obras


Vía: El País

jueves, 19 de marzo de 2009

Libros para el Día Internacional de la Mujer

Os presentamos algunos libros interesantes sobre mujeres que hicieron historia y que podrésis encontrar en nuestra biblioteca:


Las damas del laboratorio, José Mª Casado

Hasta el reconocimiento internacional de Marie Curie, podría decirse que las mujeres no han existido en el mundo de la ciencia. Sin embargo, han trabajado en laboratorios, en universidades, en empresas, contribuyendo de forma notable al desartrollo de sus disciplinas. La autora saca a la luz la vida de algunas de estas mujeres extraodrdinarias que, como la astrónoma Hypatia (siglo II) o la aritmética María Andrea Casamayor en siglo XVIII, han pasado de puntillas por la historia de la ciencia.





Mujeres, manazanas y matemáticas. Entretijidas, Mondeleu Moreno


La canción de Amina, Sigrid Heuk Situada en el desierto de Marruecos, la historia nos habla de dos tribus bereberes, sus enfrentamientos por el territorio, su tracdición y sus costumbres. La princesa Amina, la hija del jeque de una tribu, lucha por conseguir la igualdad con sus hermanos: montar a caballo, cuidar de las ovejas, salir de caza..., en un ambiente hostil para la mujer. Un libro recomendado para lectores de primer ciclo de Eso.

Día Internacional de la Mujer


Las literatas (Cartas a Eduarda) (1866), es un artículo sobre la condición femenina en que la autora advierte de la atribución de obras de mujeres a hombres, especialmente a sus maridos. En esta carta Nicanora aconseja a Eduarda que no escriba, que no publique, que rompa sus poemas, en un ejercicio de sarcasmo contra el estatus al que eran apartadas las mujeres creadoras.
CARTA A EDUARDA
Mi querida Eduarda:
¿Seré demasiado cruel, al empezar esta carta, diciéndote que la tuya me ha puesto triste y malhumorada? ¿Iré a parecerte envidiosa de tus talentos, o brutalmente franca, cuando me atrevo a despojarte, sin rebozo ni compasión, de esas caras ilusiones que tan ardientemente acaricias? Pero tú sabes quién soy, conoces hasta lo íntimo mis sentimientos, las afecciones de mi corazón, y puedo hablarte.
No, mil veces no, Eduarda; aleja de ti tan fatal tentación, no publiques nada y guarda para ti sola tus versos y tu prosa, tus novelas y tus dramas: que ése sea un secreto entre el cielo, tú y yo. ¿No ves que el mundo está lleno de esas cosas? Todos escriben y de todo. Las musas se han desencadenado. Hay más libros que arenas tiene el mar, más genios que estrellas tiene el cielo y más críticos que hierbas hay en los campos. Muchos han dado en tomar esto último por oficio; reciben por ello alabanzas de la patria, y aunque lo hacen lo peor que hubiera podido esperarse, prosiguen entusiasmados, riéndose, necios felices, de los otros necios, mientras los demás se ríen de ellos. Semejantes a una plaga asoladora, críticos y escritores han invadido la tierra y la devoran como pueden. ¿Qué falta hacemos, pues, tú y yo entre ese tumulto devastador? Ninguna y lo que sobra siempre está demás. Dirás que trato esta cuestión como la del matrimonio, que hablamos mal de él después que nos hemos casado; mas puedo asegurarte, amiga mía, que si el matrimonio es casi para nosotros una necesidad impuesta por la sociedad y la misma naturaleza, las musas son un escollo y nada más Y, por otra parte, ¿merecen ellas que uno las ame? ¿No se han hecho acaso tan ramplonas y plebeyas que acuden al primero que las invoca, siquiera sea la cabeza más vacía? juzga por lo que te voy a contar.
Hace algún tiempo, el barbero de mi marido se presentó circunspecto y orgullosamente grave. Habiendo tropezado al entrar con la cocinera, le alargó su mano y la saludó con la mayor cortesía, diciendo: «A los pies de usted, María: ¿qué tal de salud?,» «Vamos andando –le contestó muy risueña–, ¿y usted, Guanito?» «Bien, gracias, para servir a usted.» «¡Qué fino es usted, amigo mío! –añadió ella, creyéndose elevada al quinto cielo porque el barberillo le había dado la mano al saludarla y se había puesto a sus pies –. ¡Cómo se conoce que ha pisado usted las calles de La Habana! Por aquí, apenas saben los mozos decir más que buenos días.»
– ¡Cómo se conoce que vienes de aquella tierra! –exclamé yo para mí–. Tú ya sabes, Eduarda, cuál es aquella tierra…, aquella feliz provincia en donde todos, todos (yo creo que hasta las arañas) descienden en línea recta de cierta antigua, ingeniosa y artística raza que ha dado al mundo lecciones de arte y sabiduría.
–¿Cómo no ha venido usted más antes? –le preguntó mi marido algo serio. ¿No sabía usted que le esperaba desde las diez?
–Cada cual tiene sus ocupaciones particulares –repuso el barbero con mucho tono y jugando con el bastón– Tenía que concluir mi libro y llevarlo a casa del impresor, que ya era tiempo.
–¿Qué libro?–repuso mi marido lleno de asombro.
–Una novela moral, instructiva y científica que acabo de escribir, y en la cual demuestro palpablemente que el oficio de barbero es el más interesante entre todos los oficios que se llaman mecánicos, y debe ser elevado al grado de profesión honorífica y titulada, y trascendental por añadidura.
Mi marido se levantó entonces de la silla en que se sentara para ser inmolado, y cogiendo algunas monedas, se las entregó al barbero, diciendo:
–Hombre que hace tales obras no es digno de afeitar mi cara –y se alejó riendo fuertemente; pero no así yo, que, irritada contra los necios y las musas, abrí mi papelera y rompí cuanto allí tenía escrito, con lo cual, a decir verdad, nada se ha perdido.
Porque tal es el mundo, Eduarda: cogerá el libro, o, mas bien dicho, el aborto de ese barbero, a quien Dios hizo más estúpido que una marmota, y se atreverá a compararlo con una novela de Jorge Sand.
–Yo tengo leídas muchas preciosas obras — me decía un día cierto joven que se tenía por instruido–. Las tardes de la Granja y el Manfredo de Byron; pero, sobre todo, Las tardes de la Granja me han hecho feliz.
–Lo creo — le contesté y mudé de conversación.
Esto es insoportable para una persona que tenga algún orgullo literario y algún sentimiento de poesía en el corazón; pero sobre todo, amiga mía, tú no sabes lo que es ser escritora. Serlo como Jorge Sand vale algo; pero de otro modo, ¡qué continuo tormento!; por la calle te señalan constantemente, y no para bien, y en todas partes murmuran de ti. Si vas a la tertulia y hablas de algo de lo que sabes, si te expresas siquiera en un lenguaje algo correcto, te llaman bachillera, dicen que te escuchas a ti misma, que lo quieres saber todo. Si guardas una prudente reserva, ¡qué fatua!, ¡qué orgullosa!; te desdeñas de hablar como no sea con literatos. Si te haces modesta y por no entrar en vanas disputas dejas pasar desapercibidas las cuestiones con que te provocan, ¿en dónde está tu talento?; ni siquiera sabes entretener a la gente con una amena conversación. Si te agrada la sociedad, pretendes lucirte, quieres que se hable de ti, no hay función sin tarasca. Si vives apartada del trato de gentes, es que te haces la interesante, estás loca, tu carácter es atrabiliario e insoportable; pasas el día en deliquios poéticos y la noche contemplando las estrellas, como don Quijote. Las mujeres ponen en relieve hasta el más escondido de tus defectos y los hombres no cesan de decirte siempre que pueden que tina mujer de talento es una verdadera calamidad, que vale más casarse con la burra de Balaam, y que sólo una tonta puede hacer la felicidad de un mortal varón.
Sobre todo los que escriben y se tienen por graciosos, no dejan pasar nunca la ocasión de decirte que las mujeres deben dejar la pluma y repasar los calcetines de sus maridos, si lo tienen, y si no, aunque sean los del criado. Cosa fácil era para algunas abrir el armario y plantarle delante de las narices los zurcidos pacientemente trabajados, para probarle que el escribir algunas páginas no le hace a todas olvidarse de sus quehaceres domésticos, pudiendo añadir que los que tal murmuran saben olvidarse, en cambio, de que no han nacido más que para tragar el pan de cada día y vivir como los parásitos.
Pero es el caso, Eduarda, que los hombres miran a las literatas peor que mirarían al diablo, y éste es un nuevo escollo que debes temer tú que no tienes dote. únicamente alguno de verdadero talento pudiera, estimándote en lo que vales, despreciar necias y aun erradas preocupaciones; pero… ¡ay de ti entonces!, ya nada de cuanto escribes es tuyo, se acabó tu numen, tu marido es el que escribe y tú la que firmas.
Yo, a quien sin duda un mal genio ha querido llevar por el perverso camino de las musas, sé harto bien la senda que en tal peregrinación recorremos. Por lo que a mí respecta, se dice muy corrientemente que mi marido trabaja sin cesar para hacerme inmortal. Versos, prosa, bueno o malo, todo es suyo; pero, sobre todo, lo que les parece menos malo y no hay principiante de poeta ni hombre sesudo que no lo afirme. ¡De tal modo le cargan pecados que no ha cometido! Enfadosa preocupación, penosa tarea, por cierto, la de mi marido que costándole aún trabajo escribir para sí (porque la mayor parte de los poetas son perezosos), tiene que hacer además los libros de su mujer, sin duda con el objeto de que digan que tiene una esposa poetisa (esta palabra ya llegó a hacerme daño) o novelista, es decir, lo peor que puede ser hoy una mujer.
Ello es algo absurdo si bien se reflexiona, y hasta parece oponerse al buen gusto y a la delicadeza de un hombre y de una mujer que no sean absolutamente necios… Pero ¿cómo cree que ella pueda escribir tales cosas? Una mujer a quien ven todos los días, a quien conocen desde luna, a quien han oído hablar, y no andaluz, sino lisa y llanamente como cualquiera, ¿puede discurrir y escribir cosas que a ellos no se les han pasado nunca por las mientes, y eso que han estudiado y saben filosofía, leyes, retórica y poética, etc.? Imposible; no puede creerse a no ser que viniese Dios a decirlo. ¡Si siquiera hubiese nacido en Francia o en Madrid! Pero ¿aquí mismo?… ¡Oh!…
Todo esto que por lo general me importa poco, Eduarda, hay, veces, sin embargo, que me ofende y, lastima mi amor propio, y he aquí otro nuevo tormento que debes añadir a los ya mencionados.
Pero no creas que para aquí el mal, pues una poetisa o escritora no puede vivir humanamente en paz sobre la tierra, puesto que, además de las agitaciones de su espíritu, tiene las que levantan en torno de ellas cuantos la rodean.
Si te casas con un hombre vulgar, aun cuando él sea el que te atormente y te oprima día y noche, sin dejarte respirar siquiera, tú eres para el mundo quien le maneja, quien le lleva y trae, tú quien le manda; él dice en la visita la lección que tú le has enseñado en casa, y no se atreve a levantar los ojos por miedo a que le riñas y todo esto que redunda en menosprecio de tu marido, no puede menos de herirte mortalmente si tienes sentimientos y dignidad, porque lo primero que debe cuidar una mujer es de que la honra y la dignidad de su esposo rayen siempre tan alto como sea posible. Toda mancha que llega a caer en él cunde hasta ti y hasta tus hijos: es la columna en que te apoyas y no puede vacilar sin que vaciles, ni ser derribada sin que te arrastre en su caída.
He aquí, bosquejada deprisa y a grandes rasgos, la vida de una mujer literata. Lee y reflexiona; espero con ansia tu respuesta.
– Tu amiga, Nicanora.
———————————————————————–
Paseándome un día por las afueras de la ciudad, hallé una pequeña cartera que contenía esta carta. Parecióme de mi gusto, no por su mérito literario, sino por la intención con que ha sido escrita, y por eso me animé a publicarla. Perdóneme la desconocida autora esta libertad, en virtud de la analogía que existe entre nuestros sentimientos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Libros juveniles en Tematika.com

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Caza del tesoro

1. ¿Qué árbol es el representativo de la paz?
Pista: los baezanos lo admiran como obra de arte.
2. Mujer premio Nobel de la Paz.
Pista: el año que España fue más olímpica.

lunes, 26 de enero de 2009

Año Internacional de la Astronomía


Los Departaqmentos de Física y Química y de Biología, dentro de las celebraciones y actividades que se están realizando por ser 2009 el Año Internacional de la Astronomía, colocarán en breve un panel en la puerta de la Biblioteca en el que podréis colgar documentos, fotografías y publicaciones relacionadas con la astronomía Por otro lado, los alumnos que lo desesan podrtán colaborar con el periódico del centro con artículos relacionados con el mismo tema.

2009: El año Darwin


No había otra forma mejor de celebrar el año nuevo, conmemorando los 150 años de la publicación de una de las teorías científicas más importantes de la historia, la evolución, en su conocida obra 'El origen de las especies'. Además el próximo 12 de Febrero se celebra el 200 aniversario de nuestro querido maestro Charles Darwin, y durante el presente 2009 se celebran diversos actos conmemorativos englobados en el 'Año de Darwin'.
Podéis encontrar más información sobre las distintas celebraciones y actos en la web de la Sociedad Española de Biología Evolutiva (SESBE) y en Darwin Year 2009.

Fuente: http://biogeocarlos.blogspot.com/2009/01/feliz-ao-de-darwin-2009.html

jueves, 22 de enero de 2009

Lectura recomendada

El herrero de la luna llena, María Isabel Molina
Sinopsis: Pese a su juventud, Yago domina los secretos de la fragua y los metales, pero se opone a las prácticas supersticiosas de su gremio profesional. Como castigo por su soberbia, el gremio le manda recorrer el Camino de Santiago. La aventura, el amor y el peligro serán sólo algunos de sus compañeros de viaje.
Este es el segundo libro que proponemos para la creación de un club de lectura.Los alumnos de 1º y 2º de ESO que lean la obra pueden enviar sus impresiones y comentarios a huertabiblo@gmail.com indicando nombre y curso. Vuestra participación será tenida en consideración a la hora de evaluar. Esperamos que os guste.


lunes, 19 de enero de 2009

Lectura recomendada

Cuartos oscuros, de Juan Madrid
Sinopsis: Tomás, estudiante de diecisiete años, hijo de divorciados, recibe una carta con matasellos de la Prisión de Málaga: su padre planea fugarse de la cárcel y quiere reunirse con él. Tomás, soñador, fascinado por las ‘‘hazañas’‘ de su padre, sale de su casa en Vallecas, se echa el macuto al hombro y se pone en camino. Pero lo que parecía fácil se transforma en una pesadilla, ya que tiene que sobrevivir en la calle y enfrentarse a las amenazas que ponen en peligro su vida. Al mismo tiempo, su padre intenta escaparse, pero la policía no tardará en detenerle de nuevo. Al final, Tomás consigue ver a su padre esposado antes que vuelva a ingresar en prisión.

Este es el primer libro que proponemos para la creación de un club de lectura.
Los alumnos de 3º y 4º de ESO que lean la obra pueden enviar sus impresiones y comentarios a