jueves, 16 de abril de 2009

BASES DEL CERTAMEN LITERARIO

1. Podrán participar todos los alumnos matriculados en el IES Huerta Alta durante el presente curso escolar 08/09.

2. Se establecen dos modalidades: poesía y cuento.

3. Los cuentos o poemas deben hacer referencia al mundo de la astronomía.

4. La extensión será:

a. Poesía: entre 14 y 100 versos.
b. Cuento: entre 2 y 5 páginas.

5. Los trabajos se presentarán con título y seudónimo, junto a un sobre cerrado, donde figuren los datos del autor: nombre y curso,

6. Los trabajos se entregarán a cualquier profesor/a de Lengua Castellana y Literatura, hasta el día 22 de abril.

7. Los premios serán dos, uno de 30 euros en material escolar para la modalidad de poesía y otro de 30 euros para la modalidad de cuento.

8. El jurado estará compuesto por los miembros del Departamento de Lengua Castellana y Literatura.

9. La participación en el concurso supone la aceptación de todas sus bases.

El eclipse, un cuento de Augusto Monterroso


Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

Walt Whitman y el docto astrónomo

CUANDO ESCUCHÉ AL DOCTO ASTRÓNOMO

Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnas
las pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,
en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.

Bicentenario del nacimiento de Mariano José de Larra

Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid, 24 de marzo de 1809Ibídem, 13 de febrero de 1837) fue un escritor y periodista español y uno de los más importantes exponentes del romanticismo español.

Es considerado, junto a Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro, la más alta cota del romanticismo literario español. Periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista, publica en prensa más de doscientos artículos a lo largo de tan sólo ocho años. Impulsa así el desarrollo del género ensayístico. Escribe bajo los seudónimos Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador. De acuerdo con Iris M. Zavala, Larra representa el «romanticismo democrático en acción». Lejos de la complacencia en las efusiones del sentimiento, Fígaro sitúa España en el centro de su obra crítica y satírica. Su obra ha de entenderse en el contexto de las Cortes recién nacidas tras la década ominosa (1823–1833), y de la primera guerra carlista (1833–1840).

Tras el temprano suicidio de Larra a los 27 años de edad, José Zorrilla lee en su entierro una elegía con la que se da a conocer.

En 1908 algunos de los representantes de la generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y con su preocupación por España.

Fuente: wikipedia

Un poema sobre astronomía

El cántico de los cánticos

En el principio ...
El Big Bang.
Remontémonos al primer origen, la chispa
de donde todo viene:
no existía materia ni movimiento ni espacio ni tiempo.
Y la Gran Explosión.
Un comienzo definido en el tiempo
y un comienzo definido del tiempo
y el espacio nació curvo como un huevo.
Primero un universo muy pequeño. Imaginemos
mil millones de toneladas en el tamaño de una aceituna.
Después, la primeras reacciones nucleares:
unos neutrones y protones por pares
procreando núcleos de deuterio.
Cuando el universo tendría un millón de años
aparecieron los átomos (núcleo con electrón).
Un electrón girando alrededor de un núcleo.
Cuando el universo se llenó de átomos
se volvió transparente y la luz ya pudo pasar
de un extremo al otro del universo.
Ni galaxias ni estrellas ni planetas existían todavía.
El principio
fue que el amor se convirtió en energía.

En el principio
el cosmos estaba sin forma y vacío
y el Espíritu de Dios empollaba sobre la radiación.
el universo era todavía radiación y no materia.
y empezó el tiempo.
Materia y antimateria
brotaron de la pura radiación,
de la pura energía.
Tal vez fueron millones de años
Que todo estuvo en tinieblas.
Primero sólo existía lo simple...

Ernesto Cardenal, Cántico cósmico, 1992

miércoles, 1 de abril de 2009

Bicentenario de Nikolái Gógol


Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Nikolái Gógol (1809-1852), considerado padre del realismo moderno ruso. Dos países celebran hoy con festejos la figura del escritor y se disputan su legado: Rusia y Ucrania.
Gógol nació en Soróchintsi, en la región de Poltava, actual Ucrania, pero en 1828 se trasladó a San Petersburgo, donde comenzó su carrera literaria de la mano de Pushkin. Fue con la publicación en 1836 de la comedia ‘El inspector’, de un marcado tono satírico, cuando Gógol comenzó a ser conocido como escritor. Debido a la controversia generada por dicha obra, Gógol empiró a Roma, y pasó sus siguientes cinco años entre Italia y Alemania. Durante esa época se gestó la primera parte de su novela cumbre, Almas muertas, que se publicó en 1842. En los años siguientes su fe cristiana ortodoxa se radicalizó y tras el regreso de una peregrinación a Jerusalén, decidió abandonar la literatura y concentrarse en la religión. Días antes de su muerte en Moscú, quemó lo que había escrito de la segunda parte de ‘Almas muertas’. Sólo algunos fragmentos se escaparon de la quema y lograron hacerse públicos.
La presentación en Kiev (Ucrania) de las obras completas de Gógol en ruso y en ucraniano ha reavivado la disputa por el monopolio del escritor, en especial a raíz de la traducción de la novela Taras Bulba. La acción está ambientada en el siglo XVI en tierras ucranianas, actualmente rusas, que estaban parcialmente ocupadas por polacos. Para muchos críticos y políticos rusos, la traducción al ucraniano elimina alusiones como “Rusia” y “patria rusa” y las sutituye por “nuestra tierra”, “la tierra de los cosacos” o “Ucrania”, en un intento de adaptar la obra a la situación política presente.
El malestar incluso se reflejó el pasado viernes en la Duma Estatal, donde llegó a hablarse de “actividades subversivas” contra Gógol. Finalmente, la Duma adoptó una disposición por la que se remarca el carácter ruso del autor. El propio ministro del Interior de Ucrania, Yuri Lutsenko, admitió que considera a Gógol un gran escritor, “pero no un gran ucraniano”, puesto que sus textos reflejan una imagen romántica de Ucrania.
Para Miroslav Popóvich, director del Instituto de Filosofía de Kiev, el debate sobre la identidad rusa o ucrania de Gógol es una superficialidad con la que se persigue transferir asuntos políticos al terreno literario:
Gógol es uno de los fundadores de la literatura rusa, posiblemente uno de los más grandes escritores en ruso, pero conserva las raíces nacionales ucranias y contempla San Petersburgo con ojos de un hombre meridional. Al traducir ‘Tarás Bulba’ se pierde el aroma de la estepa, el aroma ucranio, que existe en el original ruso.[...] En Ucrania tenemos nuestros necios radicales y en Rusia también, y ambos son desagradables.
El acto central de los festejos en Rusia tuvo lugar en el cementerio de personajes ilustres de Novodevichy (Moscú), donde se ofreció una misa ortodoxa y diversos representantes del gobierno y de la cultura depositaron flores en la tumba. El presidente del Senado, Serguéi Mirónov, destacó la apertura esta semana de un museo dedicado al escritor, de la exposición en el Museo Histórico y de los distintos actos que se celebrarán durante estos días, como lecturas públicas y adaptaciones teatrales de sus obras


Vía: El País