jueves, 16 de abril de 2009

Un poema sobre astronomía

El cántico de los cánticos

En el principio ...
El Big Bang.
Remontémonos al primer origen, la chispa
de donde todo viene:
no existía materia ni movimiento ni espacio ni tiempo.
Y la Gran Explosión.
Un comienzo definido en el tiempo
y un comienzo definido del tiempo
y el espacio nació curvo como un huevo.
Primero un universo muy pequeño. Imaginemos
mil millones de toneladas en el tamaño de una aceituna.
Después, la primeras reacciones nucleares:
unos neutrones y protones por pares
procreando núcleos de deuterio.
Cuando el universo tendría un millón de años
aparecieron los átomos (núcleo con electrón).
Un electrón girando alrededor de un núcleo.
Cuando el universo se llenó de átomos
se volvió transparente y la luz ya pudo pasar
de un extremo al otro del universo.
Ni galaxias ni estrellas ni planetas existían todavía.
El principio
fue que el amor se convirtió en energía.

En el principio
el cosmos estaba sin forma y vacío
y el Espíritu de Dios empollaba sobre la radiación.
el universo era todavía radiación y no materia.
y empezó el tiempo.
Materia y antimateria
brotaron de la pura radiación,
de la pura energía.
Tal vez fueron millones de años
Que todo estuvo en tinieblas.
Primero sólo existía lo simple...

Ernesto Cardenal, Cántico cósmico, 1992

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