viernes, 10 de junio de 2011

Edward Grieg: March of the Trolls / Hakon Austbo piano


Un trol (del nórdico troll) es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados. También se les puede llamar ‘gente de la colina’ o ‘del montículo’. En los cuentos de las islas Shetland y Orkney, los troles son llamados trowes.

La literatura, el arte y la música nórdica de la época romántica en adelante ha adaptado los troles de diversas formas; a menudo con la forma de una raza aborigen, dotados de enormes orejas y narices. Desde aquí, así como desde cuentos de hadas escandinavos como El gruñido de los tres chivos, los troles han alcanzado reconocimiento internacional y, en la literatura fantástica y los juegos de rol modernos, aparecen hasta el extremo de ser personajes tipo.



Los Trolls son una raza fantástica que en las obras del escritor británico J. R. R. Tolkien aparece descrita como criaturas enormes, de unos cuatro metros de altura, fuerza excepcional y poca inteligencia. En la novela El hobbit se convierten en piedra cuando se exponen al Sol. Su concepción se basa claramente en los troles de la mitología nórdica.

En los libros de Tolkien se narra como fueron creados por Melkor (también llamado Morgoth) durante las Edades de las Estrellas, porque quería una raza tan poderosa y fuerte como los gigantescos Ents (los Pastores de Árboles). Los Trolls son seres malvados, a los que les gusta comer carne cruda, preferentemente. Durante la Tercera Edad del Sol, Sauron creó a los Olog-hai a partir de los Trolls. Eran Trolls, con su misma fuerza y maldad, pero mucho más inteligentes e inmunes a la luz solar. Solían combatir armados con grandes martillos.

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