martes, 26 de abril de 2011

Los tigres de Mompracem

Los tigres de Mompracem, también conocida como Sandokán o El Tigre de Malasia, es el segundo tomo de la saga Piratas del sudeste asiático, compuesta por once libros y escrita por Emilio Salgari. Esta saga tiene como principal protagonista a Sandokán, fielmente acompañado por Yáñez, Tremal-Naik y Kammamuri.

lunes, 25 de abril de 2011

25 de Abril. centenario de la muerte de Emilio Salgari

Emilio Salgari nació en Verona el 21 de agosto de 1862 en el seno de una familia de pequeños comerciantes. En 1878 comenzó sus estudios en el Real Instituto Técnico Naval "P.Sarpi", en Venecia, pero no llegó a obtener el título de capitán de gran cabotaje. Su experiencia como marino parece haberse limitado a unos pocos viajes de aprendizaje en un navío escuela, y un viaje posterior, probablemente como pasajero, en el barco mercante "Italia Una", que navegó durante tres meses por el Adriático, atracando en el puerto de Brindisi. No hay evidencia alguna de que realizase más viajes, aunque el propio autor así lo afirma en su autobiografía, declarando que muchos de sus personajes están basados en personas reales que conoció en su vida como marino. Salgari se daba a sí mismo el título de "capitán" e incluso firmó con él algunas de sus obras.

La primera publicación de Salgari fue el relato breve I Selvaggi della Papuasia, que apareció por entregas en el periódico milanés La Valigia desde el mes de julio de 1883. También en 1883 se inició en el periódico veronés La Nuova Arena la publicación de su primera novela, Tay-See, que vería después la luz como volumen independiente con el título de La Rosa del Dong-Giang. En octubre del mismo año comenzó a publicarse El tigre de Malasia, primera versión de la novela inaugural del ciclo de Sandokán, que se editaría posteriormente con el título de Los tigres de Mompracem, con algunos cambios. La primera novela en publicarse de forma independiente fue La favorita del Mahdi, en 1887.
En estos años, Salgari, joven literato, divide su tiempo entre la redacción del “Arena” (La Nuova Arena) , la mesa de trabajo y los gimnasios del “Circolo Bentegodi”. Practica con éxito la marcha, la gimnasia y la esgrima, deportes de los que recoge ideas para sus personajes; además funda y será presidente del Circo Velocipedístico.
Gracias al éxito de sus obras, consiguió un puesto como redactor fijo en La Nuova Arena que mantuvo hasta 1893. Por entonces tuvo lugar un curioso incidente: ofendido por haber sido llamado "mozo" en un artículo por el periodista Giuseppe Biasioli, lo desafió a duelo. Como resultado, Biasioli tuvo que ser hospitalizado y Salgari pasó seis meses en la cárcel.
Nunca dejó de publicar con muchas editoriales a la vez, incluso saltando los contratos estipulados, para poder añadir entradas a los sueldos evidentemente insuficientes. Este es el origen de muchos de los numerosos pseudónimos (como E. Bertolini , Guido Landucci, Capitán Guido Altieri) que usa para firmar sus obras. Fue una costumbre que, junto con los muchos plagios cumplidos para aumentar las ventas, hizo casi imposible la reconstrucción de la bibliografía completa de sus obras por parte de los estudiosos que lo intentaron a lo largo del siglo XX.

En 1889 se suicidó el padre de Salgari, siendo el primero de una impresionante cadena de suicidios familiares que incluye el del propio escritor (1911), el de su hijo Romero (1931) y el de su otro hijo Omar (1963). En enero de 1892 contrajo matrimonio con la actriz de teatro Ida Peruzzi (a la que llamó siempre, cariñosamente, "Aida", como la heroína de Verdi). Ese mismo año nació la primera hija del matrimonio, Fatima, a la que siguieron tres varones, Nadir (1894), Romero (1898) y Omar (1900). También en 1892 el escritor trasladó su residencia a Turín, donde trabajó para la editorial Speirani, especializada en novelas juveniles. En 1898 el editor Donath convenció a Salgari para que se mudase a Génova, donde trabó amistad con el que sería el más destacado ilustrador de su obra, Giuseppe "Pipein" Gamba. En 1900 regresó a Turín. Las circunstancias económicas de la familia se fueron haciendo cada vez más difíciles, a pesar del trabajo incansable de Salgari para mantener un respetable decoro burgués. En 1907 cesó su contrato con Donath y pasó a trabajar para la editorial Bemporad, para la cual escribiría, hasta su muerte en 1911, un total de diecinueve novelas. Su éxito entre el público juvenil fue creciendo, llegando algunas de sus novelas a alcanzar tiradas de 100.000 ejemplares. Sin embargo, su desequilibrio psíquico, su avanzada ceguera y la locura de su esposa, que tuvo que ser internada en el psiquiátrico de Collegno, cerca de Turín, le condujeron al suicidio. Después de un intento fallido, en 1909, se quitó la vida, abriéndose el vientre con un cuchillo según el rito japonés del seppuku, el 25 de abril de 1911. Dejó escritas tres cartas, dirigidas respectivamente a sus hijos, a sus editores y a los directores de los periódicos de Turín. La carta a sus editores fue suficientemente elocuente:
"A mis editores: A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semimiseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari"

A lo largo de su prolífica carrera como escritor, Salgari escribió, según su biógrafo Felice Pozzo, ochenta y cuatro novelas, y un número de relatos cortos imposible de determinar. La mayor parte son novelas de aventuras ambientadas en lugares exóticos, aunque cultivó también la ciencia ficción, con la atípica novela Las maravillas del 2000 (1907). En España, muchas de las novelas fueron publicadas por Saturnino Calleja y posteriormente por Gahe divididas en dos volúmenes, con títulos diferentes a los originales. Por ejemplo: Le due Tigri se dividió en dos partes, que se titularon Los estranguladores y Los dos rivales.
Después de la muerte de Salgari, proliferaron las novelas falsamente atribuidas, muchas de ellas escritas por sus propios hijos, Omar y Nadir.
Algunas de las novelas de Salgari están relacionadas entre sí, constituyendo extensos ciclos narrativos protagonizados por los mismos personajes.

Fuente: http://lacomunidad.cadenaser.com/club-de-lectura/2011/2/13/emilio-salgari-el-centenario-su-nacimiento-22-01-11--2

El hombre que plantaba árboles, Jean Giono


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El hombre que plantaba árboles

sábado, 23 de abril de 2011

Centenario de la muerte de Emilio Salgari

23 de Abril. Día Internacional del Libro

El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel internacional con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. A nivel internacional es promulgado por la UNESCO, que la empezó a promulgar por primera vez en 1995. Se celebra cada 23 de abril desde 1996 en varios países, siendo en 2008 más de un centenar.

En varios países de habla castellana, como Cuba, se celebra este día como el Día del idioma, diferente del Día Internacional de la lengua materna celebrado el 21 de febrero.

La elección del día 23 de abril como día del libro y del derecho de autor, procede de la coincidencia del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616, aunque realmente no fuese en el mismo día, debido a que la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano y que Cervantes falleció el 22, siendo enterrado el 23. También coincide con la fecha de fallecimiento de William Wordsworth (1850) y de Josep Pla (1981). La propuesta fue presentada por la Unión Internacional de Editores a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. El 15 de noviembre de 1995 la Conferencia general de UNESCO aprobó la propuesta en París, a partir de lo cual el 23 de abril sería el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".

En España

Alfonso XIII firmó un Real Decreto el 6 de febrero de 1926 por el que se creaba oficialmente la Fiesta del Libro Español, que se celebraría en la fecha que entonces se creía que había nacido Cervantes, el 7 de octubre.[2] La idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés,[2] [3] proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, donde se aprueba en marzo de 1925`proponiendo la citada entidad se celebrara en octubre de cada año, en la fecha del nacimiento de Cervantes, coincidiendo en el primer año con la Exposición del Libro Español en Buenos Aires . Poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro. La celebración arraigó rápidamente en toda España, en especial en las ciudades sede de Universidades, desde Barcelona, se extendió por toda Cataluña, aunque la denominación oficial se fue diluyendo poco a poco al coincidir con el día del santo Patrón, conocido como Diada de Sant Jordi (Día de San Jorge), mientras en otras zonas no universitarias de España la fiesta se mantenía con escasa importancia o incluso desaparecía. Con el tiempo se hizo tradicional en Cataluña el intercambio y regalo de rosas y libros entre parejas y personas queridas en esa fecha, convirtiéndose en una de las jornadas populares más celebradas. Esta tradición fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO para declarar el 23 de abril Día Internacional del Libro.

En España se toma en cuenta esta fecha para la entrega anual de los Premios Cervantes, el mayor galardón realizado a los autores hispanos.

Fuente: wikipedia.org

lunes, 4 de abril de 2011

Amundsen en nuestra Biblioteca

Scott y Amundsen. La conquista del polo sur
  • Hao, Kuang Tsae, (aut.)
  • Vico, Javier, (tr.)
  • Fulla Bombardo, Montserrat, (col.)
  • Editorial Vicens-Vives, S.A.
  • 1ª ed., 6ª imp.(03/2004)
  • 80 páginas; 20x17 cm
  • Idiomas: Español
  • ISBN: 8431671726 ISBN-13: 9788431671723
  • Encuadernación: Rústica
  • Colección: Cucaña biografía

Comentario
El británico Robert Scott y el noruego Roald Amundsen tenían muy pocas cosas en común pero compartían un sueño: ambos ambicionaban ser el primer hombre en pisar el polo sur. Con ese propósito, a finales de 1911 los dos aventureros emprendieron una temeraria carrera sobre regiones inexploradas de la Antártida. Durante cuatro meses recorrieron a pie cerca de 3.000 kilómetros, ascendieron montañas por peligrosos glaciares y hubieron de soportar temperaturas de -50º C. El viaje aclaró algunos interrogantes que se habían planteado: ¿era mejor avanzar esquiando o caminar sobre la nieve? Para tirar de los pesados trineos, ¿sellan más útiles los ponis o los perros? ¿Cuál era la ropa más adecuada para protegerse de tan bajas temperaturas? Los noruegos y los británicos respondieron de forma distinta a aquellas preguntas, y la trágica muerte de los componentes de uno de los grupos reveló que sólo el otro había acertado en sus respuestas.
En el presente volumen, la narración de la apasionante aventura de Scott y Amundsen se completa con una breve historia de la exploración de la Antártida, apoyada en numerosas fotografías y mapas. La curiosidad que ha suscitado siempre el continente antártico queda atestiguada con los viajes de Cook, Weddell, Ross y, sobre todo, del osado Ernest Shackleton, cuyo grupo expedicionario sobrevivió al naufragio de su barco y a casi dos años de total aislamiento sobre los hielos de la Antártida.

Héroes de la Antártida-Mecano-Robert Falcon Scott-Polo Sur

viernes, 1 de abril de 2011

Lectura 6 de Abril. Centenario de la conquista del Polo Sur


En 1911 dos hombres se jugaron la vida en la conquista del Polo Sur: el explorador noruego Roald Amundsen y el capitán inglés Robert Falcon Scott. Al segundo lo apoyaba el imperio británico que vivía uno de sus momentos de mayor esplendor; al primero no lo apoyaba nadie y además estaba arruinado. Sin embargo, Amundsen ganó y Scott murió en el intento. ¿Por qué?

Sigue...